jueves, 28 de abril de 2016

Krystian Zimerman. Royal Festival Hall.

Schubert Sonata in A major, D959
Szymanowski Mazurkas, Op.50 Nos. 13-16
Schubert Sonata in B flat manor, D960

Que venga Zimerman a sustituir a Mitchuco Uchida no está nada mal. Me hacía mucha ilusión ver a la Mitchuco pero no me disgusta el trueque; por lo menos no hicieron lo de la otra vez.
Con lo meticuloso que es este hombre para los conciertos, me sorprendió que tocara todo el concierto con partitura. La tenía inclinada y apaisada, qué curioso.
Podría decir que es un poco frío pero la perfección de frases, sonido, pedales, ataques...me pareció extraordinaria. No aportaba demasiadas cosas pero no se dejaba nada por el camino. Como creo que debe ser Schubert: sincero y transparente. Algo que sí fue muy personal fue la forma de esperar en los calderones y en las cadencias, al límite de tempo y silencio pero en el punto exacto de intrigarte para lo siguiente.

domingo, 17 de abril de 2016

Pierre-Laurent Aimard. Veinte Miradas del Niño Jesús. Milton Court, Barbican.

Puede que tocar las Veinte Miradas sea una de las locuras más grandes que se le puede ocurrir a un pianista. Simplemente leerlas ya me parece bárbaro, así que tocarlas en recital es para tener un par de narices. 
Entramos a las 7:30 y salimos a las 10:15 con un descanso de 20' entre medias. Yo ya no podía más, no puedo imaginar cómo terminaría el pobre. Conociendo un poco esta música, no me sorprende tanto la fuerza, los colores y el entusiasmo que le pone, sino la capacidad mental de comprender e interpretar esa partitura. Lo que más me transmitió fue inteligencia, aunque fuera también eso lo que le faltara para dejar de lado el LangLangnerismo que tiene. Demasiado parasismo innecesario, bajo mi punto de vista.